“Por eso yo, que estoy que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido, siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor. Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.”

Carta a los Efesios 4:1-3

En 1917, un sacerdote llamado Edward Flanagan, abrió una casa hogar para niños para ayudar a los más necesitados y vulnerables en Omaha, Nebraska. El orfanato recibía a indigentes, a muchachos con antecedentes penales y discapacitados. Uno de ellos era Howard Loomis, tenía poliomielitis y llevaba pesados aparatos ortopédicos en las piernas. Un día el sacerdote Flanagan observó que uno de los muchachos mayores llevaba cargando a Howard por las escaleras, se dio cuenta de esta amabilidad y le preguntó: ¿No te pesa? El muchacho respondió: no padre, es mi hermano. Esto es una hermosa imagen de lo que significa “soportarse unos a otros.”

La frase traducida como soportar en estos versículos, también significa: “sostener”. Nos trae a la mente la imagen de levantar o cargar a alguien. En cierto modo amar a alguien es abrirnos al sufrimiento cuando le llega a la otra persona la tristeza. “Lloren con los que lloran”, también Pablo el apóstol lo recomendó. A veces somos lentos y cautelosos en amar. Sin embargo amar es lo que Dios quiere que hagamos unos por otros como seguidores de Jesús El Señor. Esto es vivir en la unidad del Espíritu. Para que se dé la unidad, el apóstol Pablo presenta cuatro actitudes que el seguidor de Jesucristo debe tener y practicar: Humildes, Amables, Pacientes, y Tolerantes.

Lee Efesios 4:1-6