¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero y pierdes tu propia alma? ¿Hay algo que valga más que tu alma?
Evangelio de Mateo 16:26
Jesús, hace una declaración sobre el llamado a seguirle, comprometiendo su vida a su servicio para extender su reino en la vida de los seres humanos y fue muy enfático: “Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su propia manera de vivir, tomar su cruz y seguirme. Si tratas de aferrarte a la vida, la perderás, pero si entregas tu vida por mi causa, la salvarás” ( Vv.24-25). Hay personas que creen que ser cristiano o seguidor de Jesucristo es muy fácil, se conforman con ir una vez al templo de Dios, siempre y cuando no surja un compromiso o actividad, leen su Biblia de vez en cuando, oran sólo cuando tienen alguna necesidad o tienen una comunión instantánea con Dios, pero no hay significado en esa creencia. Jesús lo expresa bien, si lo seguimos debemos estar comprometido con él y su misión.
Su propósito de venir al mundo fue para salvar al ser humano para que no se pierda sino que tenga vida en Él y vida eterna cuando muera. Él se fue a su gloria y dejó esa tarea a sus seguidores, pero la mayoría de ellos no hacen este trabajo tan necesario y encomendado por Cristo. Cuando se tiene una relación íntima con Él se le obedece, porque así como a ti te llegó su amor, su palabra y la salvación de tu alma, eso también debes desear que otros lo conozcan, vivan en Cristo y le sirvan. Tenemos que tener esa comunión íntima con Él como lo tenemos con un ser amado de la familia, comunicarte cada día, vivir una vida diferente a los que no lo siguen, ser servidores, interceder por otros, vivir el evangelio y compartirlo, creciendo en la fe en el propósito de nuestro amado Salvador. No pierdas tu vida en lo que no vale, tampoco pierdas tu alma por descuido, si no estás en Cristo estás en ese riesgo, porque al morir sin la seguridad en Él no tendrás otra oportunidad, perderás tu alma. Eso lo dijo él.
Lee Mateo 16:24-26