En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido. Este garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria.
A los Efesios 1:13-14
Esta bendición espiritual de Dios, que el apóstol Pablo les recuerda a los creyentes en Cristo, que se encuentran viviendo en la ciudad de Éfeso, y que se extiende a los cristianos de cualquier época, no importa donde se encuentren viviendo, nos recuerda, que la verdad del evangelio que recibieron es su propia salvación efectuada por Cristo en el cual creyeron, esto dio por bendición y privilegio que fueran marcados con el sello, el cual es el Espíritu Santo.
El sello o marca significa propiedad, a partir de esa experiencia fueron hechos propiedad de Dios, igual que nosotros, siendo el Espíritu Santo el mismo sello, el cual se quedó fusionado a nuestro espíritu, esto indica que Él continúa dentro de cada cristiano, hasta el final de nuestra existencia aquí en la tierra. El Espíritu Santo es la evidencia de que somos salvos de la condenación eterna.
Un día nuestro cuerpo físico morirá pero llegará el día que será redimido por el poder de Dios, tal como hizo con el cuerpo de su amado hijo Jesús, esto se realizará cuando Cristo Jesús regrese a la tierra en un tiempo futuro para juzgar a todos los seres humanos que lo rechazaron o que no confiaron en Él, en ese día estaremos presentes con nuestro cuerpo resucitado para recibirlo.
El apóstol Pablo da el reconocimiento, todo el honor y toda la gloria a Dios, y todos los cristianos debemos honrar en gratitud a Dios por nuestra eterna salvación, cuyos méritos le corresponde a Jesucristo.
Lee Efesios 1:1-14