En Cristo también fuimos hechos herederos, pues fuimos predestinados según el plan de aquel que hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad, a fin de que nosotros, que ya hemos puesto nuestra esperanza en Cristo, seamos para alabanza de su gloria.

Carta a los Efesios 1:11-12

Una herencia, es la voluntad de un padre cuidadoso con su familia, para la herencia se debe hacer un testamento y la autoridad competente tiene que leer según indica el testador y se debe respetar.

Dios nos dio un Testamento, le llamamos antiguo testamento, ahí vienen todas las instrucciones para mejorar nuestra vida y nuestra existencia en la tierra. Pero Dios, en la culminación de su revelación nos dio segura herencia por medio de Cristo Jesús, que por medio de él fuimos adoptados como hijos de Dios, nos constituyó sus herederos y coherederos con su Hijo. Lo predispuso según sus planes por su maravillosa voluntad. El apóstol Pablo hace la mención, de que si nosotros hemos puesto la esperanza en Cristo, somos ante Dios el Padre alabanza para su gloria. Es nuestra íntima relación con Jesús el Mesías como Dios actúa en nuestro favor, no es por obras buenas que hagamos en favor de otros, eso debemos hacerlo porque amamos y servimos a Cristo, no para recibir la herencia prometida, el mismo apóstol Pablo dice: “no por obras para que nadie se jacte.”

Si tú ya eres hijo o hija de Dios, porque has reconocido a Jesús como tu Salvador y Señor, eres digno por la voluntad de Dios recibir tu herencia, primeramente la seguridad de la vida eterna en el momento que mueras físicamente, tú ya no recibirás la condenación eterna gracias al Salvador Cristo Jesús, ya no debes tener esa inseguridad si llegarás al cielo o no, la promesa es para ti y para mi y para los millones de fieles en Cristo. Dice el Apocalipsis de Juan 2:11b “El que salga vencedor no sufrirá daño alguno de la segunda muerte.” Esto es condenación eterna. También dice a Apocalipsis 2:10b “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.” Ten paz y seguridad.

Lee Efesios 1:11-12, Apocalipsis 2:10-11