“Luego añadió Jesús, dirigiéndose a la multitud. Cuando ustedes ven que se levanta una nube en el occidente, en seguida dicen: “va a llover”, y así sucede. Y cuando sopla el viento del sur, dicen: “va a hacer calor”. ¡Hipócritas! Ustedes saben interpretar la apariencia de la tierra y del cielo. ¿Cómo es que no saben interpretar el tiempo actual?”
Evangelio de Lucas 12:54-56
Vivimos en tiempos difíciles en el mundo: erupciones volcánicas en tierra y mar, tsunamis, incendios forestales, inundaciones por demasiada lluvia en ciertos países y en otros mucha sequía. Además una pandemia el Covid-19 y sus variantes, le agregamos la guerra de Rusia contra Ucrania, una invasión reprobable por las naciones. Resultados, el barril de petróleo con precio desorbitante, así como la gasolina, la bolsa de valores en todos lados muy fluctuante.
En la observación que hizo Jesús a la gente de su tiempo fue, que ellos podían discernir las nubes y el viento, pero no sabían discernir el tiempo en que vivían. Eso es también para la humanidad actual, tenemos que saber discernir lo que está sucediendo en el mundo con todas estas calamidades mencionadas. Debe recordarnos lo que Jesús les dijo a sus discípulos, está registrado en el Evangelio de Mateo capítulo 24 sobre las señales del fin del mundo. Jesús dice que habrán falsos mesías (cristos) que engañarán a muchos, guerras y rumores de guerras, hambre en diferentes lugares, terremotos por todas partes. Comienzo de sufrimientos. Habrá persecución violenta y muerte a sus seguidores, apostasía de los supuestos creyentes, falsos profetas, mucha maldad, se predicará el evangelio del reino en todo el mundo y entonces vendrá el fin. El versículo 21 dice: “Porque habrá una gran tribulación, como no lo ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás.”
Debemos estar a la expectativa porque los tiempos se están acortando ante el inminente regreso de Cristo. Observemos este tiempo que vivimos porque vienen más calamidades. Aférrate a tu fe en Cristo, y vive en la voluntad de Dios.
Lee Mateo 24:1-44